El Cartel de Medellín fue una organización criminal colombiana que se dedicaba al tráfico de cocaína entre otras actividades, siendo uno de los principales actores del conflicto armado colombiano en las décadas de 1980 y 1990. Se enfrascó en una lucha contra el Estado y sus instituciones, principalmente en los centros urbanos, al mismo tiempo que mantuvo guerras paralelas con otras asociaciones delictivas, principalmente con el Cartel de Cali y grupos paramilitares del Magdalena Medio, contrastando esto con su apoyo a ejércitos irregulares marxistas. Se convirtió en un grupo terrorista reconocido por practicar secuestros y asesinatos ya sea selectivos o indiscriminados.7
Su nombre le fue dado por la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA) en referencia a su centro de operaciones principal ubicado en Medellín. La denominación de "cartel" se le dio por la estructura jerárquica de dicha asociación criminal que contaba con un esquema de operación, en el cual los narcotraficantes compartían recursos tales como rutas de envío de cocaína y coordinaban acciones en conjunto contra sus enemigos, pero manejaban separadamente sus centros de producción y negocios.
La estructura criminal fomentó la corrupción en Colombia para favorecer sus ambiciones, más notoriamente en el supuesto papel que jugó, presionando al Estado y la clase política colombiana, en la llamada a realizar una Asamblea Nacional Constituyente, que dio como resultado la abolición de la extradición de colombianos hacia el exterior.
La mayor parte del terrorismo adelantado por el Cartel de Medellín se centra en las figuras de Pablo Escobar y Gonzalo Rodríguez Gacha. Miles de bombas y petardos estallaron en el país, se ejecutaron asesinatos de jueces, fiscales, testigos, periodistas, etc. Se destacan las muertes del ministro de justicia Rodrigo Lara Bonilla, del procurador Carlos Mauro Hoyos, del líder político de la Unión Patriótica Jaime Pardo Leal, del candidato a la presidencia de 1990 Luis Carlos Galán, de los periodistas como el director de El Espectador, Guillermo Cano, y Jorge Enrique Pulido, atentados como el del vuelo de Avianca donde murieron 107 pasajeros, y también contra el director de Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), Miguel Maza Márquez.
Tras la muerte de Escobar en 1993, el grupo dejó una estructura sicarial compleja en Medellín y una vasta cantidad de armas, un grupo de rutas internacionales para el narcotráfico, una cantidad enorme de dinero en efectivo, principalmente en las así denominadas caletas, una sociedad, clase política y unas instituciones estatales corruptas y al servicio del mejor postor, lo que sirvió de combustible para la continuación del conflicto colombiano en las décadas siguientes, ya que, tanto los grupos paramilitares y las varias Guerrillasentraron de lleno a tomar este negocio del narcotráfico, encontrando cada uno en éste la fuente de su financiación en la lucha por el poder, aumentando así la complejidad del conflicto en los centros urbanos y acentuándolo en las areas rurales.
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1.PRINCIPALES LIDERES DEL CARTEL:
PABLO EMILIO ESCOBAR GAVIRIA "EL PATRON"
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Pablo Emilio Escobar Gaviria (Rionegro, Antioquia, 1 de diciembre de 1949 - Medellín, Antioquia, 2 de diciembre de 1993) fue un terrorista, criminal, narcotraficante y político colombiano, fundador del Cartel de Medellín.
Nacido de una familia campesina, Escobar demostró habilidad para los negocios desde muy pequeño. Inició su vida delictiva a finales de los sesenta en el contrabando, y a comienzos de la década de los ochenta, se involucró en la producción y comercialización de marihuana y cocaína al exterior. Tras formar alianzas con Gonzalo Rodríguez Gacha, Carlos Lehder y Jorge Luis Ochoa, Escobar fundó el Cártel de Medellín, organización que en su auge, monopolizó el negocio de la cocaína desde su producción hasta su consumo, controlando más del 80% de la producción mundial de dicha droga y del 75% del mercado ilícito de la misma en Estados Unidos.5 Durante esta década logró consolidar su imperio criminal, convirtiéndolo en el hombre más poderoso de la mafia colombiana, acumulando una inmensa fortuna, que rondó la cifra de entre 25 000 a 30 000 millones de dólares, consagrándolo así como uno de los hombres más ricos del mundo según la revista Forbes durante siete años consecutivos.
JOSE GONZALO RODRIGUEZ GACHA "EL MEXICANO"
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José Gonzalo Rodríguez Gacha, apodado El Mexicano, fue un narcotraficante y criminal colombiano, fundador y cabecilla del Cartel de Medellín. De origen humilde, Rodríguez Gacha amasó su fortuna durante los años 1970 y principios de los años 1980 a través del tráfico de cocaína hacia Centro y Norteamérica
JORGE LUIS OCHOA VAZQUEZ
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jorge Luis Ochoa Vásquez (Medellín, 30 de septiembre de 1950), es un exnarcotraficante colombiano, fundador y miembro de alto nivel del Cartel de Medellín; de los que también formaron parte Pablo Escobar, Gonzalo Rodríguez Gacha, Carlos Lehder y los hermanos Ochoa: Jorge Luis, Fabio Ochoa y Juan David Ochoa Vásquez
Tras un periodo de 5 años en la cárcel, Jorge Luis fue puesto en libertad siendo el único líder del extinto cartel que no está preso ni muerto, luego del fallecimiento de su hermano Juan David en 2013 por un paro cardíaco
GUSTAVO GAVIRIA RIVERO
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Gustavo de Jesús Gaviria Rivero (Pereira; 25 de diciembre de 1946-Medellín; 12 de agosto de 1990) fue un narcotraficantecolombiano, primo hermano de Pablo Escobar y jefe financiero del Cartel de Medellín .
– John Jairo Arias, 'Pinina': Coordinó el primer gran golpe del Cártel de Medellín: el asesinato del ministro Rodrigo Lara Bonilla en 1984. Fue enjuiciado por el asesinato de un magistrado de la Corte Suprema y señalado de organizar el atentado a la sede del servicio de inteligencia colombiano DAS en 1989, que dejó 50 muertos. Cayó muerto en un operativo policial en 1990.
– Mario Castaño, 'El Chopo': Jefe militar de Escobar y comandante de sicarios que prestaban servicios al Cártel de Medellín, dirigió una ofensiva terrorista entre fines de 1992 y principios de 1993, que dejó unos 200 muertos en varias ciudades. Fue abatido en 1993 por la Policía.
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– Brances Muñoz, 'Tyson': Jefe militar de Escobar. Se le atribuye la muerte de 500 personas, la instalación de varios carros bomba y el asesinato de decenas de policías en Medellín. Murió en 1992 en un operativo policial.
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– Dandeny Muñoz, 'La Quica': Hermano de alias Tyson, fue detenido en 1991 en Estados Unidos, donde paga varias cadenas perpetuas por narcotráfico y otros delitos, como su participación en el atentado al avión de Avianca en 1989, que dejó 110 muertos. También se lo acusó de abatir a unos 50 oficiales de la policía.
– Carlos Aguilar, 'El Mugre': Lugarteniente de Escobar, se entregó a la justicia en 1992. Estuvo preso por delitos de narcotráfico
como la compra de un avión para llevar droga a Estados Unidos así como por concierto para delinquir y enriquecimiento ilícito. Fue liberado en 2001. Popeye declaró recientemente que no se sabe si Aguilar está vivo o muerto.
– Carlos Alzate, 'El Arete': Jefe militar del Cártel de Medellín, se entregó a las autoridades en 1993. Estuvo preso hasta 2001 tras cumplir parte de una condena de 20 años por los atentados al avión de Avianca que dejó 110 muertos, al diario El Espectador con 30 heridos y al edificio del DAS con 50 muertos, además de otros homicidios. Al salir de prisión sufrió un ataque y, según Popeye, vive ahora en España.
– John Jairo Velásquez, 'Popeye': Hombre de confianza de Escobar, fue condenado por el homicidio del aspirante presidencial Luis Carlos Galán en 1989, pero ha reconocido haber ejecutado unos 300 asesinatos y coordinado otros 3.000. En 2005 escribió el libro "El verdadero Pablo. Sangre, traición y muerte" junto con la periodista Astrid Legarda y ha contado mil veces en los medios que debió matar a su novia por orden de Escobar. Tiene 52 años.
3.Inicio de la Guerra contra el Cartel de Cali
En 1984 Gilberto Rodríguez Orejuela del cartel de Cali, y Jorge Luis Ochoa, miembro del de Medellín, fueron detenidos en España acusados de estar preparando redes de tráfico en Europa. Estados Unidos pidió la extradición de los dos hombres, pero los tribunales españoles les enviaron a su país de origen, donde recobraron la libertad poco después.
El primer síntoma de conflicto se presentó en noviembre de 1987 con la detención de Ochoa en un lugar cercano en el Valle del Cauca. Se cree que el arresto fue fruto de una posible delación por parte del cartel de Cali. Ochoa abandonó la cárcel antes de terminar el año en medio de maniobras legales. Días antes, había caído en Estados Unidos un cargamento de droga del cartel de Medellín, aparentemente delatado por la banda caleña.
Las principales manifestaciones de esta guerra fue el asesinato selectivo, cometidos principalmente en Medellín, pero también en Cali y Nueva York, entre muchas otras ciudades, y los atentados dinamiteros contra instalaciones de "Drogas La Rebaja", una cadena de farmaciaslegalmente constituida y de propiedad de los miembros del Cartel de Cali. Como también el carro-bomba que detonó el 13 de enero de 1988 en el edificio Mónaco de Medellín propiedad de Pablo Escobar.
El 23 de agosto de 1988, un incendio provocado dañó la sede de una emisora del Grupo Radial Colombiano en Medellín igualmente, propiedad de Rodríguez Orejuela.
Las diversidades entre Cali y Medellín tuvieron efectos disímiles en dos aspectos centrales de las estrategias de legitimación de los grupos mafiosos. Por una parte, en Medellín, la mafia se sintió con derecho a disputar la hegemonía a las elites que habían abandonado su liderazgo tradicional; entonces fue más proclive a enfrentarse con el poder estatal. En cambio, en Cali, la mayor solidez de la estructura social parece haber propiciado la estrategia de incorporación discreta emprendida por parte los traficantes locales de droga.
4.Intensificación del conflicto
A partir de julio de 1988, el secretario general de la Presidencia, Germán Montoya había entrado en conversaciones con los líderes de Los Extraditables. Subsecuentes declaraciones del gobierno fueron interpretadas por los narcotraficantes como una invitación al diálogo, por lo que el 15 de septiembre siguiente, estos respondieron con una carta a la administración de Virgilio Barco, e hicieron llegar al secretario general un proyecto de ley de indulto y un plan de desmovilización. Montoya era considerado por los opositores políticos como quien realmente tomaba las grandes decisiones en el gobierno,sin embargo, ante la intransigencia de los EE.UU., renuente a la posibilidad de dialogar con los narcos, se dilataron las conversaciones y al final se las presentó como iniciativa personal del intermediario, desligando al primer mandatario de ellas.
Como una reacción a este diálogo sin resultados, el cartel de Medellín inicio una cadena de crímenes de jueces, de funcionarios del gobierno y de personajes de la vida pública. A la ya difícil coyuntura se terminó de añadir un nuevo ingrediente: la guerra de Gonzalo Rodríguez Gacha, con los esmeralderos de Boyacá, tras la muerte del jefe de estos, Gilberto Molina y 17 personas más en la masacre de Sasaima (27 de febrero de 1989). En marzo siguiente Los Extraditables mataron a Héctor Giraldo apoderado del caso Lara, y dos meses después dinamitaron la sede de la televisora Mundo Visión. El 30 de mayo una potente explosión al paso de la caravana del jefe del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), General Miguel Maza Márquez, mató a 7 personas en Bogotá. En Medellín, el 4 de julio, muere en un atentado el Gobernador de Antioquia, Antonio Roldan Betancur y el 28 es víctima de sicarios la jueza Maria Helena Diaz. Por los mismos días, en medio de la lucha de Gacha contra los esmeralderos, el país es escenario de numerosas acciones: 4 personas son masacradas en el edificio Altos del Portal y el personal e instalaciones de Tecminas -propiedad de Víctor Carranza- son víctimas de múltiples ataques.
5.Ofensiva narcoterrorista de 1990
Tras la muerte de Gonzalo Rodríguez Gacha, Los Extraditables intentaron una nueva estrategia de diálogo y negociación con el Estado, queriéndolo presionar con el secuestro del hijo del secretario de presidencia, Álvaro Diego Montoya y de 2 parientes del presidente de la República.
Surgió entonces una propuesta del expresidente Alfonso López Michelsen consistente en la formación de una comisión de Notables para negociar con los narcoterroristas. El 17 de enero de 1990, estos respondieron a dicha propuesta presentándose en un comunicado como aspirantes legítimos al perdón judicial. Inmediatamente después liberaron los secuestrados, entregaron un bus con una tonelada de dinamita, y uno de los mayores laboratorios de procesamiento de droga en el Choco. Como contraparte los narcos esperaban del gobierno la creación de la comisión de alto nivel que se encargaría de los procedimientos legales que permitirían su rendición. Sin embargo, esto nunca sucedió y el intento de diálogo y negociación terminó en una nueva oleada de terrorismo.
Enfrentados a una potente ofensiva militar en Envigado, declarado zona de operaciones militares por la IV Brigada del Ejército (al mando del General Harold Bedoya), Los extraditables anunciaron que ponían fin a su tregua con el Estado y ofrecieron 2 millones de pesos por cada policía que fuera muerto.Medellín y su área metropolitana se vieron envueltas en una verdadera guerra urbana, tras las primeras ejecuciones de uniformados y después del ataque contra un bus del Grupo Élite, ocurrido sobre un puente de Itagüí el 11 de abril. Este atentado que dejó 13 muertos y 100 heridos fue el primero de los 18 que se sucedieron hasta finales de julio con un saldo de 90 víctimas fatales y 450 heridos. Luego, en represalia por el asesinato de 215 uniformados asesinados entre abril y julio de 1990, escuadrones de encapuchados ligados a las autoridades emprendieron "Operaciones de limpieza" en las comunas y dieron muerte a decenas de jóvenes. El cartel respondió a su manera con cada vez mayor brutalidad: el 12 de mayo, víspera de la celebración del Día de la Madre hicieron explosión en 2 centros comerciales de Bogotá sendas bombas que mataron a 21 personas; el mismo día, pero en Cali otro acto terrorista se cobró la vida de 9 civiles. La violencia no amaino: a fines de mes un nuevo atentado frente al Hotel Intercontinental de Medellín, se cobró la vida de 3 policías y 7 transeúntes (más 2 tripulantes del auto bomba), mientras que en otro ataque caía acribillado el senador Federico Estrada Vélez.
El responsable de esta última acción, el jefe militar de Escobar, John Jairo Arias “Pinina”, fue abatido por las autoridades el 14 de junio de 1990. Pero su muerte no contribuyo a la pacificación de la ciudad; más bien generó el efecto contrario: 17 jóvenes de clase alta fueron masacrados en el Bar Oporto, y un coche-bomba estalló frente a la Estación Libertadores de la Policía matando a 13 civiles (28 de junio). Solo a finales de julio luego de un operativo en el Magdalena Medio antioqueño del que una vez más escapó Escobar, Los Extraditables decretaron una nueva tregua y se situaron a la defensiva, en espera de las decisiones que pudiera tomar la nueva administración de Cesar Gaviria.
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6.Negociación de penas con el Cartel de Medellín
Aprovechando el respiro de la tregua unilateral indefinida anunciada en julio de 1990 por Los Extraditables, el ministro de justicia Jaime Giraldo Ángel diseñó la legislación de estado de sitio que se haría pública como “Política de sometimiento a la justicia”. Dicha política, que se materializó en cinco decretos que posteriormente, serían elevados después de una depuración, a legislación permanente en el nuevo Código de Procesamiento Penal, aspiraba en términos simplificados, a favorecer con la reducción de la pena a los narcotraficantes que se entregaran voluntariamente y confesaran un delito, con la garantía, en algunos casos condicional, de ser juzgados en el país y recluidos en pabellones de alta seguridad. Escobar receloso de las intenciones del gobierno, organizó una serie de secuestros selectivos de periodistas de renombre y de personajes influyentes en la vida nacional (Diana Turbay, Marina Montoya, Francisco Santos, Maruja Pachón, Beatriz Villamizar y 5 periodistas más), presionando de ese modo al presidente para que fuera tratado como un delincuente político, haciéndose beneficiario de paso de los indultos reservados a los guerrilleros.
Los primeros en acogerse a la oferta, entre diciembre de 1990 y febrero de 1991, fueron los hermanos Ochoa, Jorge Luis, Juan David y Fabio, socios cercanos de Escobar. Sin embargo, este último pretendía arrancarle al Ejecutivo un acuerdo hecho a su medida y siguió presionando nuevamente por la vía armada, amenazando con ejecutar a los rehenes y con reiniciar su ofensiva terrorista. El 12 de diciembre de 1990 una bomba mató a 7 policías en Medellín y otros 7 más serían ultimados por sicarios en los 3 primeros días de enero. Poco después el 22, resultaron abatidos en un doble operativo lanzado en el departamento de Antioquia, 2 de los hermanos Prisco, jefes de Los Priscos. El informante que los delató entregó luego la ubicación de 2 de los secuestrados, pero en la confusa operación de rescate que se adelantó el 24 de enero Diana Turbay y 3 de sus captores murieron.
La respuesta no tardó en llegar en la forma de la ejecución de uno de los rehenes, Marina Montoya, hermana del antiguo secretario de Presidencia Germán Montoya, y con una nueva racha de atentados: una decena de efectivos policiales fueron víctimas de sicariato, una explosión en un bus dejó 6 muertos y el 16 de febrero un bombazo contra una patrulla del F-2 en Medellín -frente a la plaza de toros de la ciudad- se saldó con 23 fallecidos. Dos meses después el ex ministró de Justicia Enrique Low Murtra, perdió la vida a manos de pistoleros en la capital de la República.
7.Entrega, reclusión y fuga de Pablo Escobar
La Catedral
Su estrategia le dio excelentes resultados a Escobar, quien libero al resto de los secuestrados como gesto de “buena fe” con el gobierno; pero solo cuando estuvo seguro de que la Constituyente había votado y aprobado el 19 de junio de 1991 el artículo que prohibía la extradición de colombianos, se entregó en la capital antioqueña, en compañía del sacerdote Rafael García Herreros y Alberto Villamizar. Luego sería recluido en la Cárcel de La Catedral en Envigado. Desde allí siguió controlando los hilos del negocio ilegal a través de otros 2 aliados suyos que no se entregaron: Fernando “el negro” Galeano y Gerardo “Kiko” Moncada.
A casi un año de su encierro a principios de julio de 1992, Escobar, se había convertido en un extorsionista de alto rango. Dejó de exportar cocaína y empezó a cobrar dinero a los demás narcotraficantes. Así mismo fue acusado de ser el autor intelectual del asesinato de Henry Pérez, aunque él negó toda implicación suya en el crimen a travez de un comunicado.
Gerardo Moncada (Kiko) y Fernando Galeano (El Negro), miembros del cartel, se presentaron en la Catedral, con el fin de demandar la entrega de US$23 millones que le robó de una caleta perteneciente al Negro Galeano, un sicario del grupo, alias El Chopo, hombre de confianza de Escobar. Estando reunidos con Escobar, éste los acusó de estar robando al Cartel, y de no aportar lo suficiente para mantener la guerra, que en especial sostenía con el Cartel de Cali, seguidamente los torturaron, asesinaron y descuartizaron.
La posterior purga entre los más cercanos a ambos capos y entre sus familiares dejó unos 50 muertos. El gobierno y la fiscalía general de la nación al conocer de los hechos y para evitar que el “Patrón” siguiera delinquiendo desde su prisión, ordenó el traslado de este hacia un nuevo penal. Pero él, su hermano Roberto y 8 de sus lugartenientes se fugaron de La Catedral el 22 de julio de 1992.
9.Legado
8.Disolución del Cartel y muerte de Pablo Escobar
El gobierno creó entonces el Bloque de búsqueda, integrado por miembros de la policía y el Ejército, para cazar a los prófugos.
Los terroristas de Cali se encargaron entonces de desencadenar nuevamente la guerra, al activar un coche bomba en Medellín que atribuyeron a sus enemigos antioqueños. Estos ante la arremetida de las fuerzas estatales, reactivaron su campaña con una serie de ataques en los que ejecutaron a 30 uniformados y una juez, entre septiembre y octubre de 1992. Pero esta vez la situación había cambiado bruscamente para el Cartel: la muerte de Galeano y Moncada generó una fractura al interior de la organización. Diego Fernando Murillo, jefe de seguridad de los capos asesinados y los hermanos Castaño, se alinearon con los narcos del Valle contra Escobar, en una alianza que incluía a oficiales del Bloque de Búsqueda y varios de sus antiguos socios y testaferros. Con la información que pudieron suministrar a las autoridades se asestaron durísimos golpes a las redes del “Patrón”. El 28 de octubre, Brances Muñoz unos de sus jefes militares más importantes del cartel, fue abatido en una operación especial.
Escobar que trataba en ese momento de negociar su reentrega y había autorizado la rendición de varios de sus lugartenientes más cercanos, entre ellos su hermano Roberto,“Otto” y el “Mugre”, desencadenó en respuesta una nueva guerra total. Decenas de pistoleros ejecutaron a un centenar de policías hasta febrero y los coches bomba reaparecieron en las grandes ciudades a partir de diciembre de 1992. Si bien los mecanismos ya no eran tan sofisticados como antes, las pérdidas humanas y materiales fueron cuantiosas, pues los atentados ya no iban dirigidos a un objetivo específico, sino que eran totalmente indiscriminados. En Medellín murieron 19 personas, en la capital de la república 41 y en Barrancabermeja 16. El Valle de Aburra se vio afectado por 3 ataques mortales en diciembre del 92 y en Bogotá las explosiones se sucedieron a partir de enero de 1993: el 20 en el norte, el 30 frente a la Cámara de comercio, mediando febrero en dos áreas comerciales, el 5 de marzo en las instalaciones de Telecom y en abril 15 en la calle 93.
Pese a la arremetida de los terroristas, en el curso de una ardua cacería las autoridades dieron de baja hasta marzo de 1993, a 100 sicarios y 10 jefes militares del Cartel, entre los que se contaban Mario Castaño Molina “El chopo”, Hernán Darío Henao “HH” y Jhonny Edison Rivera “El palomo”, todos hombres de confianza de Escobar. También fueron apresados 1900 sospechosos de pertenecer a la organización y se rindieron 18 altos mandos de su ala militar. Esto sumado a la derrota por bandas rivales de sus grupos de gatilleros, en una guerra que dejó 300 muertos, terminó por debilitar decisivamente al grupo de Medellín que perdió en 8 meses el 80% de su capacidad bélica. Como añadidura, el 30 de enero hizo su aparición pública una estructura paramilitar que se autodenominó “Los Pepes” (Perseguidos por Pablo Escobar), detrás de la que estaban los Castaño y que se dedicaría a matar a los testaferros, contadores, abogados y familiares del capo, como también a destruir sus propiedades y minar sus finanzas.
Escobar, arrinconado por las fuerzas armadas y por las amenazas que pesaban sobre su familia interrumpió del todo su campaña terrorista. Trato de renegociar su rendición, condicionándola a la salida del país de su mujer y sus hijos, pero esta vez su propuesta no halló eco entre el Ejecutivo. Si bien logró evadir al Bloque de búsqueda por seis meses más, la muerte de su jefe de seguridad León Puerta El Angelito, en octubre de 1993, lo dejó desprotegido. Finalmente, la preocupación por la situación de su esposa refugiada en el Hotel Tequendama bajo vigilancia policial, lo llevó a utilizar una radio de comunicaciones, revelando su ubicación. En la tarde del 2 de diciembre de 1993 Escobar resultó muerto en un operativo sobre el que diferentes publicaciones contradicen la versión oficial.
Su muerte y la de su único guardaespaldas significó el final del Cartel de Medellín y del narcoterrorismo como actor bélico (5500 muertos en la lucha desde 1989 hasta 1993).
9.Legado
El narcotráfico aumentó por la diversificación de grupos encargados de este oficio y por el inicio en la producción de opiáceos de las flores de amapola. El cartel de Cali asumió por poco tiempo el liderazgo, también se formaría el Cartel del Norte del Valle y una infinidad de nuevas bandas que buscaron discreción, solo se reúnen para sus negocios, no participan en política y no manejan capitales tan extravagantes sino que disimulan las nuevas riquezas o emigran a otros países. La organizaciones que más se beneficiaron con la caída del Cartel de Medellín fueron las organizaciones guerrilleras; las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Libres de un competidor real, se triplicaron en integrantes y poder. Las FARC se constituyeron en el nuevo Cartel enviando el 60% de la cocaína consumida en Estados Unidos para financiar su guerra. Algunos consideran que su aparato militar ha sido la causa de miles de muertes de colombianos desde la década anterior.
Otra organización, de tendencia paramilitar, llamada las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) descendía de forma directa del Cartel de Medellín, con Carlos Castaño, a la cabeza, y muchos de sus comandantes como Diego Fernando Murillo "Don Berna" trabajaron de la mano de Pablo Escobar y Gonzalo Rodríguez Gacha o formaron parte de Los Pepes; además, se financiaban mediante el comercio de cocaína. Infinidad de pequeñas agrupaciones de sicarios, como la temida banda de 'La Terraza', también fueron consecuencias de esta época.
10.PRINCIPALES ATENTADOS:
Asesinatos selectivos
ASESINATO DE RODRIGO LARA BONILLA (1984)
![El ministro de Defensa, Rodrigo Lara Bonilla, fue asesinado a tiros por dos sicarios en moto cuando se movilizaba en su carro por el norte de Bogotá.](https://www.infobae.com/new-resizer/I-d-vZz4HbsFqlzFpMKiRjWpGRU=/750x0/filters:quality(100)/s3.amazonaws.com/arc-wordpress-client-uploads/infobae-wp/wp-content/uploads/2018/12/07142518/atentados-cartel-medellin-asesinato-rodrigo-lara.jpg)
![Portada del diario El Espectador al día siguiente del asesinato de su director.](https://www.infobae.com/new-resizer/r1-XWL9yHwVt_U7gnZF5zSrzsgc=/750x0/filters:quality(100)/s3.amazonaws.com/arc-wordpress-client-uploads/infobae-wp/wp-content/uploads/2018/12/07142450/atentados-cartel-medellin-asesinato-Guillermo-Cano.jpg)
![El candidato presidencial en Nuevo Liberalismo -y favorito en las encuestas- Luis Carlos Galán.](https://www.infobae.com/new-resizer/j4dQvdOc_7_hz83rvlWfUjq6Vbk=/750x0/filters:quality(100)/s3.amazonaws.com/arc-wordpress-client-uploads/infobae-wp/wp-content/uploads/2018/12/07142511/atentados-cartel-medellin-asesinato-luis-carlos-galan-2.jpg)
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